La importancia de la salud emocional en este regreso a clases

- Artículos - septiembre 8, 2021

Tras más de un ciclo escolar tomando clases en línea, hemos vuelto a las aulas. Este regreso será gradual, ajustándonos a las medidas sanitarias gubernamentales, y basándonos en un nuevo modelo de convivencia que busca proteger a toda nuestra comunidad, pero lo importante es cómo se encuentran después de dieciocho meses viviendo en situación de pandemia. Lo humano se puso a prueba una vez más y, a pesar de formar parte de un evento histórico, las consecuencias del COVID-19 tuvieron un impacto severo en cada uno de nosotros.

Hemos enfrentado cambios radicales en poco tiempo. Uno tras otro. Nuestra capacidad adaptativa tuvo que potencializarse. Hemos sufrido pérdidas muy significativas. Pero, sobre todo, ustedes fueron privados por mucho tiempo de la posibilidad de socializar y vivir la experiencia de ser estudiantes, procesos fundamentales en la formación humana. No somos sino por el otro, y ahora que hemos vuelto a las aulas, debemos ser empáticos y comprender que nuestras vidas son muy distintas a la última vez que estuvimos juntos de manera presencial, y cada historia de todos los integrantes de nuestra comunidad, merece ser escuchada.

Esta experiencia nos ha forjado el carácter, y debemos desarrollar aún más la paciencia para adaptarnos a una nueva forma de vida, no sólo en el salón de clases. Juntos podemos superar adversidades, en un entorno de respeto y de inclusión. Hay más retos y desafíos, que sólo se traducen en nuevas oportunidades para todos. Esto debe unirnos, para ver por y para los otros y tejer aún más el sentido de comunidad.

Seamos empáticos. Tendremos días buenos y días malos. Será confuso en un inicio el modelo de convivencia y la manera de impartir clases, sin olvidar que estamos todavía sujetos a las indicaciones de las autoridades y es probable que se harán ajustes en el camino. Todo es nuevo y lo nuevo permite evolución. El cambio es lo único constante, como bien estableció Heráclito de Éfeso, y nuestra capacidad para enfrentar el cambio y adaptarse al mismo, es la manera natural de crecer y aprender. Pero debemos prestar atención a nuestras emociones cuando transitamos procesos de cambio. Puede que sintamos ansiedad, miedo, expectativa, inseguridad. Al reconocer y validar nuestras emociones, la adaptación al cambio es más sencilla y nos permitirá transitar mejor las adversidades.

Sabemos que se encuentren cansados, frustrados y su contexto inmediato es incierto. Habrá a quienes les gustó más el modelo de escuela a la distancia y se ajusta mejor a sus necesidades ahora. Pero lo cierto es que nos encontramos en un punto crítico para dejar atrás una situación que detuvo nuestra propia historia muchos meses y es momento de hermanarnos para hacer de este regreso a clases uno inolvidable para todos y que los motive para retomar con más ilusión y ánimo su vida de estudiante: la mejor etapa de la vida.

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